domingo, 18 de marzo de 2012

Es el silencio que me rompe y el reloj que me interrumpe,
es el  odio que guardo y que sobrevive porque lo alimento
Yo quiero esconderme y si hace falta lo intentaré cuatro 
mil veces. Siento un vacío que, aunque sonría, no sé
 cómo rellenarlo... se me ha agotado el tiempo y yo
por dentro siento el frío del invierno a punto de 
conseguirlo... hasta que desisto y lo dejo y yo,
mirándome al espejo... odiándome , a mí me impulsan
 las heridas y los sueños y me frenan los defectos y los
 traumas desde hace años, no quiero gritar pero me es
 necesario, mirando atrás con los ojos cerrados, veo 
nostalgia ... Ya me acostumbré a guardar silencio cuando
 pierdo, sé que desaparecí pero no sé si tú estuviste, 
tengo a todo el mundo en vilo y yo no sé qué pinto aquí,  
duele menos perder en el juego, que perder el tiempo
 sin jugarlo. Y mis ojeras y heridas dicen que el alma no olvida, desde  aquí dentro escribo todo lo que aprendo
 que el amargo del momento se hace puro en el recuerdo y que nadie más pueda verlo, guárdame el secreto...  por saber que no me entiendo por amar y odiar hasta el punto de juntar los extremos,por esperar un invierno que no vuelve sólo, por el tiempo, por mi turno y por el miedo, por mi madre, porque siempre le recuerdo que la quiero, por mi hermano  que me enseña a ser honesta,por serle fiel a
cuatro y estar a ostias con el resto, por los de ayer que nunca olvido...por la música cuando es 
necesaria y por mis dos mil vicios, por mandar a la mierda el pasado como al principio, por necesitar dormir cuando ahí fuera todo va en contra, por los que hablan de mí, me da igual lo que digan no
hace falta que conteste porque no están por encima de mí, por mi sueño que está en tus ojos cuando miras...

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